LA ALARMANTE SEGREGACIÓN ESCOLAR EN EL PERÚ: un desafío urgente para la igualdad educativa

Elmer Cuba, socio de Macroconsult, destacó que esta segregación genera entornos educativos homogéneos que perpetúan las brechas socioeconómicas, retrasando el desarrollo de habilidades sociales esenciales. Según el especialista, esta situación es alarmante, ya que los niños de diferentes clases sociales no interactúan entre sí hasta llegar a la universidad o al ámbito laboral.

En comparación con países desarrollados como Japón, Estados Unidos o los estados del norte de Europa, el Perú evidencia una deficiencia severa en términos de diversidad escolar. Incluso dentro de América Latina, donde la segregación es un problema común, Perú destaca negativamente frente a países como Chile, Brasil y México.

Esta segregación no solo refuerza la desigualdad social, sino que también afecta los aprendizajes. Según datos presentados en el CADE, solo el 40% de los niños en Perú comprende adecuadamente lo que lee, y apenas el 20% resuelve problemas matemáticos acorde a su nivel. Estos indicadores reflejan un sistema educativo en crisis que limita las oportunidades de desarrollo de millones de estudiantes.

“El reto es mayúsculo”, enfatizó Cuba, quien llamó a una inversión urgente en educación como la principal estrategia para reducir la brecha socioeconómica y garantizar un futuro más equitativo.

Evidencia académica y desafíos estructurales

El libro El Perú pendiente: ensayos para un desarrollo con bienestar, editado por expertos del Grupo de Análisis para el Desarrollo (GRADE), refuerza este diagnóstico. La publicación revela que la segregación escolar en el país es un fenómeno creciente que afecta tanto la educación primaria como la secundaria. Además, identifica factores externos como la segregación residencial y decisiones demográficas, junto a políticas internas del sistema educativo, como los procesos de admisión y zonificación, que acentúan esta problemática.

“Las escuelas tienen una amplia autonomía para decidir cómo gestionan sus matrículas, lo que favorece a familias de clase media con mayor acceso a información y recursos, mientras que las de bajos ingresos quedan relegadas”, señala la obra.

El efecto de la pandemia y las oportunidades perdidas

El contexto de la pandemia de COVID-19 profundizó las desigualdades educativas. Aunque se implementaron medidas como la educación remota, estudios muestran que los estudiantes lograron aprendizajes inferiores en comparación con métodos presenciales. Esta brecha, según los autores, aún no ha sido medida con precisión, lo que dificulta diseñar estrategias efectivas para mitigar sus efectos.

Un llamado a la acción colectiva

Los expertos coinciden en que el Ministerio de Educación (Minedu) debe asumir un rol más activo, estableciendo sistemas de información transparentes y accesibles que permitan a las familias tomar decisiones educativas informadas. Asimismo, resaltan la importancia de fortalecer la educación pública como un eje para reducir la segregación y promover la diversidad en el espacio escolar.

“La segregación escolar es tanto un problema educativo como político”, concluye el libro. Abordarlo requiere políticas públicas robustas, un compromiso colectivo y la implementación de sistemas de elección escolar controlada que equilibren las preferencias familiares con la necesidad de diversidad social.

En un país donde la educación debería ser el pilar del desarrollo, enfrentar la segregación escolar no es solo una meta deseable, sino una necesidad urgente para construir un Perú más equitativo e inclusivo.