EDUCACIÓN INCLUSIVA EN PERÚ: Retos y avances hacia una educación para todos.
En Perú, la educación inclusiva sigue siendo un desafío importante, a pesar de los esfuerzos realizados para integrar a niños con necesidades educativas especiales (NEE) en el sistema educativo regular. A medida que el Ministerio de Educación (Minedu) avanza con iniciativas para mejorar la inclusión, aún persisten barreras significativas que impiden una verdadera integración de estos estudiantes en las escuelas del país.
El Caso de Samuel y Luis: ejemplos de inclusión y desafíos
Samuel, un niño de primer grado de primaria con Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH), estudia en Innova Schools de Arequipa. Gracias al apoyo de sus padres, Samuel cuenta con una "psicóloga sombra" que le proporciona el cuidado y las estrategias educativas necesarias. Este apoyo ha sido fundamental para su desarrollo académico y social. De manera similar, Sofía, madre de Luis, un niño con dislexia, destaca la importancia de la inclusión en el proceso educativo de su hijo, permitiéndole desarrollar habilidades sociales y emocionales esenciales para su vida diaria.
Según el censo escolar de 2019, en Perú hay cerca de 90,000 estudiantes con alguna necesidad educativa especial, lo que representa alrededor del 12% de los estudiantes en etapa escolar con capacidades diferentes, según datos de la Defensoría del Pueblo. Esta cifra subraya la necesidad urgente de una mayor conciencia y comprensión sobre la educación inclusiva como un derecho fundamental para garantizar una sociedad más justa y equitativa.
Ricardo Cuenca, exministro de Educación, enfatiza que "todas las personas tienen derecho a una educación de calidad, ya sea provista por la iniciativa privada o el espacio público. La educación inclusiva es esencial para formar ciudadanos plenos y el colegio juega un papel fundamental en este proceso".
Aime Apaza, especialista en educación inclusiva, recuerda que en 2021 se modificó el Reglamento de la Ley de Educación (Ley 28044) para incluir la educación inclusiva como un derecho. Sin embargo, Apaza señala que persisten barreras impuestas por la sociedad, la comunidad educativa y el Estado, lo que destaca la necesidad de fortalecer las políticas educativas y asegurar su cumplimiento a nivel nacional.
Los principales obstáculos para avanzar en una educación más inclusiva incluyen la falta de capacitación docente, recursos insuficientes y la necesidad de una adaptación curricular adecuada. Cuenca subraya que "la educación inclusiva requiere mejores herramientas para la capacitación docente y un presupuesto específico para campañas y desarrollo de infraestructura".
Julissa Porras, especialista de la Dirección de Educación Básica Regular (DIGEBR) en Inclusión y Atención a la Diversidad del Minedu, destaca que este año se ha iniciado la implementación de los Servicios de Apoyo Educativo (SAE). Estos servicios, que comenzaron en Arequipa, buscan fortalecer a las escuelas y docentes para atender la diversidad de los estudiantes y proporcionar el apoyo necesario.
Con la aprobación de la Ley N° 31953 – Ley de Presupuesto del sector público para el año fiscal 2024, se asignaron S/5′ 821 094 para financiar la intervención del SAE. La implementación se extenderá a Lima Metropolitana, Áncash, Ica, Junín, Lambayeque, Loreto y Tacna.
Porras explica que la implementación de los SAE se llevará a cabo tanto a nivel interno como externo, con profesionales en educación inclusiva en escuelas focalizadas para identificar fortalezas, mejorar el trabajo comunitario y fortalecer la autogestión en beneficio de los estudiantes más vulnerables.
La educación inclusiva en Perú está avanzando, pero todavía enfrenta desafíos significativos. Es esencial que se sigan fortaleciendo las políticas educativas y que se asignen los recursos necesarios para garantizar una verdadera inclusión de todos los estudiantes. Solo así se podrá construir una sociedad más justa y equitativa donde cada niño y niña pueda alcanzar su máximo potencial.